¿Pueden las personas de 70 años tener una presión arterial de 120/80?

Mantener una presión arterial óptima es vital para la salud cardiovascular, incluso a partir de los 70 años. Si bien el envejecimiento afecta la regulación de la presión arterial, los adultos mayores aún pueden alcanzar y mantener una lectura de 120/80 mmHg, aunque las fluctuaciones son comunes.
Fluctuaciones de la presión arterial en adultos mayores
La presión arterial varía según el estrés, los niveles de actividad y otros factores. Muchas personas experimentan el "síndrome de la bata blanca", donde las lecturas iniciales son altas, pero se estabilizan tras la relajación. Una lectura de 155/90 mmHg en el consultorio médico puede descender a 120/70 mmHg con mediciones repetidas. Esta variabilidad es normal.
Estilo de vida, medicación y presión arterial
Los hábitos diarios y la medicación influyen significativamente en la presión arterial. Las lecturas matutinas pueden ser elevadas, de 132/78 mmHg, pero mejoran tras ejercicio ligero y descanso, por ejemplo, hasta 125/72 mmHg. Los betabloqueantes, como el atenolol, ayudan a regular la presión arterial y a prevenir arritmias, especialmente en personas con antecedentes familiares de cardiopatías.
Genética y salud cardiovascular
La hipertensión suele ser hereditaria. Un historial de problemas cardíacos, como el de un padre biológico que requirió cirugías cardíacas, aumenta el riesgo. Sin embargo, las modificaciones del estilo de vida, la medicación y el control regular pueden ayudar a mantener niveles saludables.
Envejecimiento y equilibrio de la presión arterial
No todas las personas mayores desarrollan hipertensión; algunas experimentan hipotensión, lo que provoca mareos y riesgo de caídas. Equilibrar la presión arterial es esencial para prevenir complicaciones derivadas de ambos extremos.
Sí, las personas de 70 años pueden tener una presión arterial de 120/80 mmHg. Lograrlo requiere cambios en el estilo de vida, manejo del estrés, una hidratación adecuada y orientación médica. Comprender las necesidades de salud individuales y consultar con profesionales de la salud garantiza una salud cardiovascular óptima en la edad adulta.