Río de Vida - ¡Tengo 68 años y lo sé!
El envejecimiento es un viaje inevitable que comienza en la edad adulta temprana y a menudo se acelera durante la mediana edad, generalmente entre los 45 y los 65 años. Durante esta fase, muchos experimentan deterioro físico y cognitivo debido a cambios hormonales, pérdida de densidad muscular y ósea y aumento del estrés oxidativo.
Para contrarrestar estos cambios, es fundamental el ejercicio regular, en particular el entrenamiento de resistencia. Ayuda a preservar la masa muscular y ósea, a la vez que mejora la producción de hormonas cruciales. Además, las actividades aeróbicas y el yoga contribuyen a la salud cardiovascular y al bienestar general.
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes, junto con un sueño adecuado, son vitales para la reparación celular y la función cognitiva. Minimizar la exposición a toxinas ambientales también puede promover un envejecimiento más saludable. En definitiva, el envejecimiento ofrece una oportunidad de crecimiento, permitiéndonos navegar por el río de la vida con fuerza y vitalidad.